Miles de activistas de organizaciones sociales, delegaciones de las distintas provincias ecuatorianas, amas de casa, ambientalistas, maestros, feministas, líderes políticos de las izquierdas e integrantes de pueblos originarios, salieron en la marcha que custodiaba las más de 750 mil firmas recolectadas a nivel nacional pidiendo una Consulta Popular sea posible, para defender la vida en Yasuni sin explotación petrolera.

Fuente: Periódico Diagonal y Mariátegui 

756.291 firmas en aproximadamente 110.000 formularios. Esta es la cifra que el colectivo Yasunidos entregó al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador el pasado sábado. Con ello se pretende convocar a una consulta popular con el objetivo de que el gobierno ecuatoriano mantenga el petróleo del bloque ITT -Ishpingo, Tiputini, Tambococha-, dentro del Parque Nacional Yasuní, indefinidamente bajo el subsuelo. Culmina así la primera etapa de un proceso que comenzó el 14 de octubre del año pasado y que fue celebrada con gran entusiasmo durante dos días en los que se realizaron diferentes actividades.

Fue el 15 de agosto de 2013 cuando el presidente Rafael Correa anunció la decisión de abandonar la iniciativa Yasuní-ITT que el gobierno había asumido y defendido desde 2007. La propuesta de dejar el crudo bajo tierra nació desde los movimientos sociales como un primer paso para transitar hacia alternativas post-petroleras. En rechazo a esta decisión gubernamental, diferentes sectores de la sociedad civil se agruparon en torno al movimiento Yasunidos exigiendo que sea el pueblo ecuatoriano quien tome la decisión a través de una consulta popular.

Acampada y Tribunal Ético en la jornada previa

Desde primera hora de la mañana del viernes fueron llegando de forma paulatina personas desde distintos puntos del país como Guayaquil, Cuenca, Loja o Puyo, hasta el parque El Arbolito en la capital ecuatoriana. Allí se organizó una acampada para acoger a las personas que participarían en la movilización de entrega de firmas del día siguiente. La acampada, decorada con varios carteles que hacían referencia a los derechos de la naturaleza y de los pueblos indígenas, transcurrió con diversas actividades culturales. Distintas personas a lo largo de la tarde apoyaron con ollas populares, mantas y esteras para que alrededor de 150 personas pudieran dormir bajo la fría noche quiteña.

Paralelamente, a poca distancia, en la Universidad Andina Simón Bolívar, se celebró una sala especial del Tribunal Ético Mundial por los Derechos de la Naturaleza presidida por el sociólogo Boaventura de Sousa Santos para revisar el caso Yasuní ITT. Este caso, que fue aceptado por dicho tribunal el pasado 17 de enero, contó con los testimonios de peritos y testigos que durante casi seis horas narraron los impactos que la explotación petrolera podría ocasionar en la zona. “Considerando todas las violaciones demostradas, resolvemos declarar la existencia de violación de los derechos de la naturaleza, de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario, de los derechos colectivos y de los defensores de la naturaleza”, fue la sentencia del tribunal.

La gran marcha por el Yasuní

“Venimos de la ciudad de Loja para defender las firmas que hemos recolectado y para que no se explote el petróleo en el Yasuní. Los pueblos en aislamiento voluntario tienen derecho a seguir viviendo tranquilamente. Ellos son los verdaderos ecologistas, los que realmente quieren a la Pachamama”, afirmaba una de las personas que integraba la marcha.

Eran aproximadamente las 10.40 horas de la mañana del sábado cuando la movilización arrancó desde el parque El Arbolito con destino al CNE. Durante los 3,5 km de recorrido, varios miles de personas de la Sierra, la Costa y la Amazonía ecuatoriana gritaban y ondeaban banderas a favor de la vida y en contra del extractivismo. Una furgoneta que contenía las 54 cajas llenas de firmas acompañaba a la marcha que con el sonido de tambores, timbales, flautas y otros instrumentos musicales, se demoró más de dos horas en un ambiente festivo bajo un sol radiante. Pasado el mediodía, en las puertas del CNE, miembros del colectivo Yasunidos fueron introduciendo las cajas de firmas ante la emoción de las personas presentes.

Las firmas entran en el CNE

“Ha sido un proceso largo de seis meses, de mucho trabajo, mucho esfuerzo, pero a la vez muy bello. Estamos muy emocionados de haber llegado a esta meta”, aseguraba Antonela Calle, integrante de Yasunidos, durante la rueda de prensa que se celebró en las instalaciones del CNE.

A partir de ese momento, 35 funcionarios comenzaron a verificar que los formularios cumplan con los requisitos necesarios, para lo cual cuentan con un plazo de 15 días. Por su parte, el mismo número de integrantes de Yasunidos estará presente con el fin de realizar una auditoría del proceso. Posteriormente se dará inicio a la verificación de firmas. Está previsto que todo este proceso finalice aproximadamente en un mes. Si la validación de firmas resulta positiva, la Corte Constitucional analizará la constitucionalidad de la pregunta propuesta para que, finalmente, el CNE pueda convocar a la consulta popular.

Para que la consulta se lleve a cabo, por lo tanto, falta todavía un largo camino no exento de dificultades. A pesar de todo, desde Yasunidos afirman que “si hay algo bueno en todo este proceso, es que la iniciativa Yasuní ITT dejó de estar en el Estado para volver al pueblo”.

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