La curtiembre de Nonogasta tira al suelo todos los días del año, el equivalente a 5 mil tanques de agua con restos de sulfuro de sodio y cromo. La mitad del agua que consume una población como Chilecito. 4 millones de litros de agua (por día) que se inutilizan y se acumulan (hasta que se filtran en el suelo) en grandes lagunas de tierra detrás de la curtiembre. Los políticos, los funcionarios de ambiente y los entes de control, hacen silencio.

Fuente: Diario Chilecito

En una entrevista con Diario Chilecito, el ingeniero químico con posgrado en ingeniería sanitaria, Osvaldo Cado, explicó parte del proceso de curtido que lleva adelante Curtume CBR, acompañado por el gerente Industrial, Roberto Perino. Juntos negaron que los 44 billones de litros con restos de sulfuro de sodio y cromo que se vertieron durante los últimos 30 años, hayan llegado a las napas del agua que consume el valle.

Es decir: los 30 años de desechos líquidos que se arrojaron en las lagunas de tierra que se encuentran en el corazón de Nonogasta, simplemente desaparecieron, sin afectar a nada ni a nadie.

Nada se sabe de los responsables de ambiente en la provincia. Tampoco de los legisladores (provinciales y locales) que deberían exigir control. Sólo se conoce que se anuncia -desde hace dos décadas- una planta que promete tratar los 4 millones de litros de efluentes diarios que descarta la fábrica, en el medio del pueblo de Nonogasta.

La anhelada planta de tratamientos de efluentes, se planificó en tres etapas, de las cuales sólo la primera está actualmente en proceso de construcción. La misma eliminará el olor, postergando el verdadero problema de los dos principales químicos peligrosos que utiliza la fábrica nonogasteña en el proceso de curtido: el sulfuro de sodio y el cromo. Para que esos químicos dejen de ser vertidos a diario, se necesita licitar la segunda etapa de la construcción de la planta.

La gravedad de la situación es que un ingeniero químico, especializado justamente en químicos, asegura con sus propias palabras que “los dos principales contaminantes” que utilizan en el proceso de curtido: “Sulfato de sodio y cromo, no le hacen daño a la población”.

En contraposición, está la palabra del médico oncólogo Juan José Herrera Páez, especializado justamente en enfermedades oncológicas (cáncer), quien manifiesta que “Nonogasta es zona caliente, con familias completas con cáncer”, agregando además que “Tuve la oportunidad de trabajar casi seis años en el CONICET (…) Aquí he visto cosas que ni siquiera en siete años que estuve en Buenos Aires las vi (…) Familias completas desde el abuelo hasta un nieto de 45 días con un cáncer de colon localizado”, refiriéndose justamente al lugar donde se encuentra la planta curtidora, que todos los días, durante 30 años vierten agua con desechos industriales sin tratar, sobre el suelo y al aire libre.

Ante la requisitoria de Diario Chilecito, el ingeniero Osvaldo Cado y el Gerente Roberto Perino, aseguraron que los desechos de Curtume CBR no contaminan y no son un peligro para la comunidad.

“Queremos que ustedes digan con sus propias palabras que no le están haciendo daño a la comunidad, para que si algún día se demuestra lo contrario, cada uno pague lo que tenga que pagar”, dijo un periodista de Diario Chilecito.

La respuesta de los representantes de Curtume CBR: “Que cada uno se haga responsable de lo que dice. Perfecto, entonces yo le puedo decir así. Si usted me dice que esto genera molestia en la gente, yo le digo que sí. Pero si usted me dice que esto genera un problema sanitario en la gente, yo le diría, mire, no.